Experta en atracones
Corrió el armario, sacó el ladrillo flojo y miró dentro. La abuela le había dicho que tenía que haber al menos tres cuerpos, pero había muchos más. La habitación estaba repleta. El olor nauseabundo de la putrefacción le produjo arcadas. Tuvo que hacer un esfuerzo considerable para no vomitar. Había de todos los tamaños y formas. No terminaba de entender como una abuelita tan malvada pero frágil había logrado meter, sola, todos esos cuerpos en ese habitáculo. Sola. Le parecía imposible. Puso todo en su lugar antes de volver a hablar con su abuela, no vaya a ser cosas que algunos ojos moralistas se encontraran con ese botín. Nieta: Hay un montón Abuela: Ah, fuiste a chusmear nomas Nieta: No te creía. Imaginate que venga tu abuela que tiene 300 años y te diga que tiene un par de cuerpos escondidos detrás de una pared? Abuela: No siempre tuve 300 años, antes era más… ágil y prolifera. Me puse una cuota semanal o quincenal y la cumplía a rajatabla. Pero con el paso del tiempo se me hi...