Memoria muscular

 Hoy es Jueves. Hace varios años que, los jueves, mis amigos y yo nos juntamos a jugar al futbol a la noche. Mis intentos de que después del futbol haya un asadito aún no dieron sus frutos. Todos salen disparados para volver a comer a sus casas, con sus novias o mascotas o vaya uno a saber qué, como si esa horita de ocio estuviera violando algún principio ancestral: "No te ausentarás de tu casa más de 2 horas un día de semana".

Ya estoy por los 40 años, y aunque me sienta de la mitad de mi edad, mi cuerpo sabe de su antigüedad. Hace aproximadamente seis meses que los jueves, y solo los jueves, durante el transcurso del día, siento una pequeña molestia en el gemelo. Que es el gemelo? viste la rodilla? bueno, atrás y abajo. Se le debe decir gemelo porque tenemos dos iguales, como si fueran inseparables. Como los jueves y el fútbol, no sé, habría que preguntarle al chat GPT el origen de esa palabra. La cosa que los jueves, es como que se sobrecarga y siento una molestia. Cuando camino, cuando me levanto, cuando me muevo... cuando existo. A la noche llega el partido, mi desempeño suele ser discreto, aunque a veces, unas muy pocas, estoy particularmente iluminado y me sale todo lo que quiero hacer. Como cuando tenia quince años y la mente me funcionaba a la misma velocidad que las piernas. No era Messi, pero hacía de todo. Lo bueno es que aún existen algunos testigos de esas hazañas que dicen: Ufff, cuando éramos pibes no sabes lo que jugaba este flaco. Y yo sonrío satisfecho.

Generalmente durante el partido, el dolor desaparece, o casi que se extingue, es como una alarma de edad. Porque a mi edad debería precalentar, trotar, entrar en calor y esas cosas. Yo me pongo el short y a patear la pelota. Ese es todo mi precalentamiento, como cuando tenia veinte. Termina el partido y mi cuerpo es un cementerio de dolores varios. Pero son dolores.... satisfactorios, como que están porque hice deporte, ninguno que me deje postrado en la cama hasta el próximo cotejo. En unos días esos dolores son historia. Hasta que llega el siguiente jueves y, generalmente, después del mediodía, mi cuerpo es como que se acuerda que es jueves y que a la noche hay futbol  y pone el chip de: molestia en el gemelo. El miércoles puedo estar mil puntos, pero el jueves, después de almorzar, me va a pinchar un toque el gemelo. Esa es mi realidad, y es así hace no sé cuanto tiempo. Mi mente se complota con mi cuerpo, le dice: Che, hoy jueves, hacé lo tuyo.

Debe ser porque en el fondo ya no tengo tantas ganas de ir a jugar al futbol y mi mente me ofrece excusas validas: Che, me duele la pierna, busquen a otro

Si eso pasara varios jueves seguidos, en algún momento no me convocarían mas, y todos felices supongo. Pero yo estoy en negación y trato de seguir asistiendo a esos partidos para ver a los pibes, que si no voy más a muchos no sé donde me los podría cruzar. El futbol es una gran excusa para mantener con vida ciertos vínculos que te interesan pero que no sobrevivirían sin una excusa válida.

Con el correr de los meses, me fui buscando actividades para hacer, y llegó un punto que tenía que dejar de hacer algo para tener algún día libre. Tuve que elegir entre un taller de escritura, que amaba, o el fulbito de los jueves. 

Ya pasó más un año de mi último partido. Extraño un poco la actividad, pero para ser honesto, extraño más los vínculos que se esfumaron por dejar de ir a jugar futbol los jueves. A veces veo las fotos, y resulta que ahora, post partido, todos se quedan a comer un asadito. Qué bronca. Estuve como cinco años tratando de instaurar esa tradición y se impone cuando ya no estoy. 

Hoy es jueves, desayuné lo de siempre, almorcé lo de siempre y en eso... un dolor conocido. Sentí un pequeño pinchazo en el gemelo. Casi se me caen unas lágrimas por la nostalgia. Hace no sé cuanto tiempo que no sentía esa molestia. Desde la última vez que fui a jugar, bah. Varios años.  Agarré el cel para mandarle un mensaje a un amigo para comentarle lo del gemelo y me encontré con un mensaje suyo que decía: 

-Che, nos falta uno, ¿Venís?


DARIO BESADA

42 AÑOS

27/05/2025

Comentarios

  1. Daro me prendo para el asadito. Jajaj Nes...

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  2. Mí cuerpo ya me duele cuando sabe que me tengo que levantar de la silla jajaja. Muy bueno

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  3. Malditos 40.... 🫠

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  4. Pero más malditas son esas noches que uno quiere hacer algo más y las obligaciones hacen que todos corran a sus casas... cual Cenicientas!

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