Momento crítico

Pasé a su lado y me miró, como cuando un jugador apuesta todo a un numero y observa con ansiedad la ruleta dando vueltas. Vio como pasaba, y lentamente me siguió. apresuré el paso, no era un buen momento para caminar despacio. Yo estaba algo tenso, transpiraba como testigo falso, él lo notó y su velocidad aumentó. Decidí arriesgarme, cometer quizás un atropello, aunque en ese momento me pareció lógico y hasta inevitable: me di vuelta y lo enfrenté.
Él se detuvo, en una actitud claramente desafiante. Nos miramos por unos segundos, hasta que rompió el silencio, ese silencio que debería ser eterno:
-Documento...
-Eh... lo perdí en la verdulería, la semana pasada. En realidad me lo robaron, no hay mucha seguridad que digamos...
Sus ojos, inundados de ira, se clavaron en los míos. Parecía como si me quisiese hipnotizar, pero no de una manera sana como hacen los magos. Eso me produjo algunos escalofríos y acto seguido me desmayé.

Amanecí en mi cama, como casi todas las mañanas. Miré de reojo la mesita de luz, con algo de pánico. El documento se hallaba escondido entre las frutas. Respiré aliviado y proseguí con mi actividad.

Autor: Dario Besada
Fecha: 15/09/2003

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