En un bar

La encontré. Luego de años de perseverar, finalmente la encontré. En un bar, tomando un

café, posiblemente amargo, llevaba consigo algunos libros, una agenda y un cuadernito.

Algo me decía que era el momento en que mi vida daría un vuelco.

La miré, el corazón inexplicablemente comenzó a latir a ritmos acelerados. Sus ojos se

clavaron en los míos, y rió. Un puñal atravesó mi ser, como una espada lo haría con un

papel. Pasó de la risa a las carcajadas... todos los presentes la miraban atónitos, el mozo

observaba con desconfianza la taza.

En un abrir y cerrar de ojos, cientos de miradas me observaron. Las carcajadas se

multiplicaron, el dolor aumentaba.

Ella se paró, intentando contener la risa y sólo dijo:

-Así que pensas que finalmente me encontraste?

alguna lágrima traicionera recorría mi mejilla. La mujer a la cual le había dedicado gran

parte de mi triste existencia se burlaba abiertamente de mi.

recogí torpemente mis cosas, y partí.

De lejos aún se escuchaban las risas, los gritos, las carcajadas. la inentendible felicidad de

gente que se encontraba en un bar... el día que la encontré.


Darío Besada

03/11/04 3:00am

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