Describiendo

Sentada, algo nerviosa, se podría decir que hay algo que la inquieta. Mira fijo su cuaderno como intentando que las palabras surjan solas.

El pelo largo y rubio, atado con una colita, representa a la niña hecha mujer. Una sonrisa pícara se dibuja en su rostro al ver que pasa el tiempo y aún no escribió lo que se esperaba.
Se la nota pensativa, como escrutando sus pensamientos en busca de las palabras mágicas. Se mueve, se reacomoda, mira alrededor buscando algún indicio que le dé la certeza de que no es la única indecisa.


Respira profundo, y se aboca nuevamente en su empresa. Sus ojos se clavan en la hoja y, cuando menos se lo espera, ésta comienza a cubrirse de letras, algo borrosas, escritas con cierto apuro.

Autor: Dario Besada
Fecha: 26/08/2003

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