Yendo de la cama al taller

Ganó el Barca. Qué placer ver jugar a esos tipos. Me queda una hora para llegar al taller. Aunque también debo imprimir el cuento de hoy, y... Si, también debería bañarme. Tendría que haber hecho esto antes. El tiempo vuela cuando ves a Messi.  Cuarenta y cinco minutos... No habían pasado cuarenta y cinco minutos. Fue un suspiro. Messi y compañía me habían birlado cuarenta y cinco minutos de un miércoles.

Creo que no llego. Imprimir, bañarme, viajar y... estacionar... en Almagro. Todo en sesenta minutos. Di-fi-cil.

En el ciber me acordé que debería imprimir los otros cuentos para poner en el respaldo del asiento del acompañante del taxi, así la gente puede leer mientras viaja. ¿Quién sabe? Mirá si se sube alguien, lee algún cuento, queda impactado y lo quiere llevar al teatro! o al cine! ¡Andá a saber!

Media hora. Ducha y salgo. Podría bañarme en cinco minutos. Pero cuesta salir de la ducha. Casi tanto como entrar.

Quince minutos para el curso. Varado en la vía. ¿Quién me mandó a venir por acá? Creo que por JM Moreno hubiese tardado mucho mas. Así que espero, y lamento que voy a llegar tarde.

Diez minutos tarde. No hay lugar para estacionar. Siempre lo mismo. ¿Porqué no vine en subte? 7 cuadras, pero llego al toque. ¿Y si lo meto en un garaje? $200 tirados a la basura por Messi y esos estupendos jugadores.

No! Algo va a aparecer. Allá a lo lejos, mano izquierda. Un oasis entre tanto cementerio de metal. Un hueco! Si! Un hueco, carajo!

Veinte minutos tarde. Me bajo del auto torpemente, tratando de agarrar todo con un manotazo. Cierro la puerta, y camino rápido. En eso, me asalta una duda. ¿Porqué estaba juuuuusto ese hueco? Vuelvo. Reviso. Y si. Cordón amarillo.  Es decir, multa. Multa o garaje. Bah... multa o garaje o nada! Capaz la grúa no pasa justo por este pasaje de morondanga un miércoles a esta hora. Creo que en un rato lo sabré. Deseenme suerte!. FIN

DARIO BESADA
06/04/2018
35 AÑOS

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