Secretos incómodos
El celular enloqueció. Le entró un virus o algo mucho peor. Cuando
te bajas algo puede estar infectado. Algún troyano te roba información, te jode
las aplicaciones o te arruina el celular. Esto está en otro nivel, es como si
el virus hubiese evolucionado. Se apoderó completamente del aparato y... ¡Qué
horror! Empezó a mandar mensajes a todos mis contactos. Mensajes con verdades
incómodas, secretos inconfesables. Cosas que ni aún bajo tortura revelaría. Y
los está enviando a mansalva.
A mi jefe le dijo que es un
inútil, explotador, que si no fuese el hijo del dueño estaría limpiando baños
en Retiro (con perdón a la gente que hace dignamente ese insalubre trabajo).
A un amigo que la mujer lo
engaña con el primo, que hace años que lo sé. Que los vi entrar mil veces al
telo de la esquina de casa. Que no dije nada por los hijos.
A mi vieja que fui yo el que
rompió el Super Nintendo hace como veinte años. No fue mi hermano, por lo que
lo castigaron severamente durante meses. Era muy chico, no se debe acordar,
pero yo sí. Estaba aburrido y tiré la consola contra la pared. Cuando vi que
quedó toda destartalada lo acusé a él y a sus conocidas rabietas. Años de
psicólogo por mi culpa.
A mi ex que aún la amo. Que
ninguna me hizo olvidarla. Que la stalkeo por Facebook casi todas las noches y
que volvería con ella sin pensarlo. Que hasta le perdonaría que me
engañara con todos los que se le cruzase en el camino, como lo hizo en el
pasado.
A mi mujer que es una frígida.
Que me casé con ella por su plata. Que si pudiese no le tocaría un pelo más en
la vida. Que todos los días sueño con volver a casa y no encontrarla. Qué deseo
que se busque alguna actividad que la mantenga ocupada así no tenemos que pasar
nada de tiempo juntos. Qué cuando tenemos sexo pienso en mi ex y que solo por
eso puedo llegar al clímax.
A mi hijo que no fue deseado.
Que su madre no lo abortó porque el día que fue a la clínica estaba de paro.
Que luego sucedieron cosas rarísimas cada vez que se decidía a hacerlo. Que
después se resignó.
Era suficiente. Apagué el
celular esperando que el vendaval de verdades acabara de una vez. Arranqué la
batería por las dudas. Mi mundo como lo conocía había desaparecido.
Todos tenemos algunos secretos ocultos. Todos. La sociedad sería un auténtico caos si nos dijésemos las cosas en la cara. Los secretos son necesarios. ¿Quién me puede odiar tanto como para infectar el celular así?
Todos tenemos algunos secretos ocultos. Todos. La sociedad sería un auténtico caos si nos dijésemos las cosas en la cara. Los secretos son necesarios. ¿Quién me puede odiar tanto como para infectar el celular así?
Mi cabeza era un torbellino de
ideas. Tendría que enfrentarme a uno por uno para apagar todos los incendios.
Otro problema era qué sucedería cuando prendiese el móvil de nuevo. Capaz
debería destruirlo y comprar otro. Es más barato que arreglar una vida.
Fui a la tienda para
reemplazar el celular y me encontré con gente que corría, gritaba, lloraba. Pude
ver como un hombre salía de una casa con una valija repleta de ropa mientras
una mujer abrazaba sus piernas intentando retenerlo. Había gente muy rara en
las esquinas dando discursos sobre el apocalipsis. Los diarios sensacionalistas
estaban en su salsa. Los escándalos estaban a la orden del día. Absolutamente
nadie que tuviese secretos se había salvado de los mensajes. Incluso la gente más
respetada y refinada tenía varios oscurísimos.
Cuando volví a casa encontré a
mi mujer y a mi hijo llorando. Me dijeron de todo y tiraron mis cosas a la
calle. Pero no era el único. La ropa de todo el barrio, de toda la ciudad, de
todo el mundo caía por los balcones. El mundo enloqueció, no sólo mi celular.
Mi mundo ahora es más real y mucho más incómodo.
DARIO BESADA
10/10/2018
36 AÑOS
¡Muy bueno! Es cierto, sería incómodo, pero más real...
ResponderEliminarMe recordó la película «La mentira original» (en inglés The invention of lying). ¿La viste? Acá está el tráiler. https://www.youtube.com/watch?v=Hrmy71jip-o
¡Saludos!
Verónica
Gracias Vero! Si, la vi! jaja, tiene escenas geniales!
EliminarTe felicito. Muy bueno!!!! .- Giselle
ResponderEliminarEs difícil pensar en la realidad sin dolor, socialmente aún no es claro que es mejor, las mentiras para evitar dolores o las crudas realidades en las que viviremos, mientras tengamos aliento de vida en nuestro cuerpo.
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