Colores

El verde saltaba alegremente. El rojo irradiaba intensidad, tenía ganas de vivir, como el azul y el naranja. Todos esos colores vivos bailaban y cantaban hasta quedarse afónicos. El gris no. Los miraba rezongando desde un rincón, sin entender porqué tanta alegría. Pensaba que tarde o temprano se cansarían de ese absurdo e infantil festejo y volverían a esa rutina donde él se sentía tan a gusto. Ingenuos, pensaba. La vida no es esto. La vida es responsabilidades, obligaciones. Trabajo. A estos colores les falta trabajar. Les falta el jefe que los tiene cortitos. Bailar y cantar despreocupadamente... Si el jefe estuviese acá... ahí los quiero ver. Nada de estos grititos de felicidad.

El verde hacía bromas con el rojo, que lo abrazaba porque sí. El amarillo jugaba con el azul y se reían. La risa irritaba a al gris, al punto de pedir silencio a los gritos. Nadie le hacía caso. La fiesta era un éxito salvo por ese cascarrabias amargado. El gris apagó la música desconectando el equipo pero el violeta sacó un equipito portátil y el festejo continuó.

El rosa intentó sacar a bailar al gris que lo rechazó de plano. Que amargo, pensó el rosa, mientras armaba un trencito de la alegría con el amarillo, azul, rojo, verde y el resto.

Sonó el timbre y el pánico se apoderó de sus corazones. El gris saltó de su silla y corrió al portero. Su sueño tal vez se cumpliría. Los demás colores tiritaban de miedo al escucharlo decir: "Entrá, rápido".
La puerta se abrió y entró el jefe. El negro.

DARIO BESADA

28/09/2018

36 AÑOS