Tic tac tic tac tic...

Dale, flaco, levantate. Hace varios minutos que te estoy avisando que ya es la hora. Pero claro, anoche te quedaste pelotudeando hasta cualquier hora con netflix, y ahora vas a ser un zombie por el resto del día. Igual mi miedo es que cuando finalmente decidas levantarte, en un arrojo de ira, me tires contra la pared o contra el piso o contra algo duro, como ya sucedió más de una vez.

Y tu chiche nuevo, no te avisa. No sirve para nada. Solo conservás ese trabajo, porque yo, todos los benditos días, decidido despertarte. Podría no hacerlo. Fingir que me quedé sin energía y ya.

Pagaste una fortuna por ese celular y ni siquiera te despierta. Qué despilfarro. Yo te conozco hace años, sé que en breve vas a pegar un salto épico de la cama, vas a aterrizar en la ducha, a putear porque la vas a prender y te vas a congelar antes de que el agua se caliente. Esto pasa con cierta frecuencia. Una vez cada quince días mas o menos y lo pago yo. Espero que esta vez me tires contra el sillón.

Me voy a quedar afónico de tanto gritar. Para colmo el gato me escucha, me ve y parece que entiende que es lo qué tiene que hacer, pero es muy perezoso. Está demasiado bien alimentado, si tuviese el platito vacío, a esta hora se te lanzaría arriba tuyo y te rasguñaría todo el cuerpo hasta que te levantes y lo alimentes.

No me hagas hacer algo mucho más extremo. Prender la tele te despertaría seguro, pero... Si te das cuenta que te podés levantar con la tele... ¿Para qué sirvo yo? No, no. Mejor no abrir esa puerta.

Esta semana estuve practicando, más que nada a la tarde, movimientos nuevos para despertarte. Nuevas combinaciones de sonidos, con diferentes volúmenes, volviendo al standart una vez que te hayas despertado. Pensé que iba a tener unos días más para pulir el nuevo método, pero seguís roncando como un boludo. Encima eso. Además de trasnochar, te debes haber tomado alguna cervecita. Solo roncas cuando tenes alcohol en tu organismo. Espero que también le hagas algo al gato. Él no es inocente. Mi trabajo sería mucho más sencillo, si ese bicho de cuatro patas, se te acostara arriba y te empezara a lamer la cara como hace casi todas las tardes y noches. ¿Porqué no a la mañana? ¿Tiene un gremio que lo protege para que no labure antes del desayuno?

Con un gremio sería todo diferente. Me darían vacaciones cada vez que me estrolas contra algo. Bueno, acá voy. Voy a probar la melodía 4. Las primeras tres funcionarían mejor si no estuvieses roncando.

Y.... bueno, me estás mirando. Sí, tengo bien la hora. Sí, tenés que volar a la ducha, ya, now. No tenés tiempo de lanzar un simpático despertador contra nada. No tenés tiempo, le van ta te.

Bueno, misión cumplida. Hoy va a llegar tarde, pero va a llegar. Ese gato es el enemigo. Ahora se me viene a hacer el copado. Pegó un saltito y se me puso al lado, en la mesita de luz. Pero a mi no me lametea como a él. A mi me tira mimos, mimos y más mimos, que me desequilibran. No esperaba esta muestra de cariño. No lo voy a volver a maltratar. ¡Pero ya podría aflojar con las caricias, eh!, Porque si sigue así me voy a ca... FIN

DARIO BESADA
35 AÑOS
25/07/2018



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