El impostor

 Llegó el día. Fue a su casa para agarrar la valija que había preparado con antelación y se dirigió al hotel. Tenía todo el fin de semana por delante.

El mejor hotel de la ciudad estaba atestado de gente que venía a diversos congresos y convenciones. Él lo sabía, todos los meses era igual. Y él siempre iba a la misma habitación. La reservaba un tiempo antes porque sobre la hora no cabía ni un alfiler en ese majestuoso hotel de cinco estrellas.
Se paró frente al espejo, abrió la valija y comenzó el proceso. Ya casi era un ritual. Fue mejorando su vestuario con el paso de los meses y creía haber encontrado un conjunto ideal en base a su contextura física. Zapatos, pantalon, camisa, traje y algún accesorio extra y aleatorio. El kit lo completaban collares, anillos, piercing, boina y lentes que alternaba según la ocasión
Terminó de vestirse, se perfumó, peinó y se dirigió al bar donde empezaría todo.
Pidió un trago y se puso a observar el ir y venir de personas apuradas. En eso vio un grupito de mujeres que lo miraban y cuchicheaban. Se acercó y les invitó un trago. Con el paso del tiempo, el grupito se fue dispersando hasta que se quedó hablando solo con una. Luego de coquetear por horas ella le preguntó:
Ella: -¿A qué te dedicas?
El: - Soy albañil

Lo miró de arriba a abajo y repreguntó:
Ella:- No, en serio... ¿A que te dedicas?
El:- Soy stripper

Y rió. Ella también soltó una carcajada sonora.
El:- ¿Y vos? ¿A qué te dedicas?
Ella:- Soy arquitecta, vine por el congreso. Doy unas charlas este fin de semana

Él la miró de arriba a abajo, repitiendo el mismo gesto de ella y repreguntó

Él: No, en serio, ¿a que te dedicas?

Rieron juntos, siguieron tomando algunos tragos y luego de horas de cortejo se fueron juntos a pasar la noche.
A la mañana siguiente. Una incipiente resaca los aquejaba. Se vistieron y fueron a desayunar. El mejor buffet de la zona. Se sirvieron de todo, cuando de pronto ella recordó algo.

Ella: Al final no me dijiste a que te dedicas
El: Sí que te dije
Ella: ¿Tanto tomamos que no me acuerdo?
El: Si que te acordas, soy albañil
Ella: ¿Porque mentís?
El: Solo miento cuando me repreguntan y digo stripper. Porque me gustaría ser stripper. Quizás más adelante.
Ella: Pero... no podes ser albañil
El: ¿Porqué no?
Ella: Porque... no puedo salir con un albañil. ¿Cómo se lo presento a mis amigas? ¡Y menos que menos a mi familia!
El: Ah, eso... si, no te preocupes. Yo no salgo con arquitectas que no salen con albañiles. ¿Me pasas el jugo?

Ella se quedó de piedra y se fue a la mesa donde estaban sus distinguidas amigas.
Un mozo que los había atendido la noche anterior y fue testigo de ese diálogo, inapropiadamente le preguntó:

Mozo: ¿En serio sos albañil?
El: ¿Acaso importa?

DARIO BESADA
38 AÑOS
04/08/2021

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