Una luz en tu mapa

El mundo cambió de pronto. Uno podría pensar que los cambios se producen gradualmente, pero no, esta vez fue abrupto. El universo entero estaba sumergido en las redes sociales, en la fama, en la popularidad y los científicos parecía que también. Hace no sé cuántos años, tal vez cincuenta o más, salió a la venta un mapa, que vos podías ponerlo en tu living y en él te decía, con una lucecita, en qué parte del mundo estaban hablando o pensando en vos. Al comienzo toda la farándula se compró uno, sobre todo porque no era nada barato y le daba status. Se jactaban de en qué lugar del planeta eran más famosos. Una competencia absurda, hacían reuniones en sus casas mostrando esos mapas llenos de luces. Para dormir lo tenían que desconectar. Los actores peleaban su cachet en bases a las luces que se prendían en sus mapas. Pasó a ser el único medio real para medir la popularidad de los famosos. Pero no todo era color de rosas. Mirando un mapa en el living de tu casa, podías ver también que tu fama ya no existía. Con el paso del tiempo y la globalización, los mapas llegaron al alcance de todo el mundo. Los precios bajaron y básicamente todo el que quisiera podía tener su mapa. Incluso Anibal se había comprado uno. Para ser justos, no había sido su decisión. Su esposa, María, que era algo así como una Youtuber bastante famosa en la ciudad, no tardó en comprarse uno para ver en tiempo real como venía su popularidad. Habían comprado la versión premium. Donde se podía ver las luces de ambos, en diferentes colores. Ella en rosa, él en azul, porque hay cosas que no cambian. 

Todas las noches, el mapa se volvía rosa. Miles de lucecitas, diversos países, todas las ciudades y localidades de Argentina. Para la sorpresa de María, a eso de las 0:30hs se prendía una lucecita azul. En Hurlingham.  

Maria: ¿A quién conoces en Hurlingham? y ¿Por qué piensa en vos a la noche? 

Anibal: En Hurlingham.... Ah, , mi amante, ya te hablé de ella. 

María: No estoy para chistes. ¿Quién es? 

Anibal: Ufff ¿Es en serio? No tengo idea. Como tampoco tengo idea quienes son las 85256 luces rosas que hay en el mapa 

María: Son cosas diferentes. Soy una persona pública y no te olvides que esas miles de luces pagan el viajecito que querías hacer a La Polinesia 

Anibal: No te lo estoy recriminando, solo digo que no tengo idea quien es la piba de Hurlingham 

Maria: ¿La piba? ¿Cómo sabes que es una mujer?  

Anibal: JaJa! Solo te estoy molestando. No sé quién es. ¿Estarías más tranquila si en lugar de una luz, hubiese 200 o 4 mil? 

Maria: Preferiría que nadie piense en vos todas las noches a las 1am. 

Anibal: Y yo preferiría que en lugar de tener este mapa en medio del living, tuviésemos una mesa de pool o de ping pong 

María: Ya lo hablamos, por los canjes necesito saber cuánta gente me sigue. Las marcas que me patrocinan lo único que me preguntan es: ¿Cuántas luces tenes a tal hora en tal lugar? 

Fueron pasando los días y a la noche, a las 0:30 se seguía prendiendo una luz azul. La paranoia de María se había disparado. No ayudaba que sus amigas le dijeran que esa lucecita azul no era casualidad. Tenía que haber alguien, seguramente una mujer, que deseaba a su marido todas las noches y no se quedaría en el molde. Tarde o temprano intentaría conquistarlo. María decidió tomar cartas en el asunto y fue a la empresa que producía los mapas para averiguar quién era la rompehogares 

María: Hola, si, ¿Qué tal? Necesito saber quién es una luz en el mapa 

Empleado: Buenas. Eso no es posible 

Maria: Todas las noches, una luz se prende pensando en mi marido. Hace meses que lo estoy tolerando. No me voy a ir sin saber quién es esa loca de remate 

Empleado: No hay manera de saber eso. ¿Usted no es acaso...? 

Maria: Si, soy toda una celebridad. Seguramente su mujer, si es que tiene, ve mis transmisiones. 

Empleado: Si, todas las noches. Harto me tiene. Trabajo todo el día acá, y cuando llego a casa solo quiero ver algo de futbol tirado en el sillón, pero ella me dice: Ahhhh, está por arrancar el vivo de Maria, ponelo ponelo. Harto.  

Maria: Volviendo al tema. Tiene que haber alguna manera de encontrar a esa suripanta. ¿Con quién tengo que hablar? Debe haber alguien con más rango que pueda hacer algo al respecto. 

Empleado: Señora, ¿Sabe cuántas luces se prenden en el mapa que tengo en el living? 

Maria: No sé, deben ser pocas.  

Empleado: En mi mapa, rara vez se prende alguna. En el de mi señora se prenden, todas las noches, unas 200 luces. 

María: Su mujer debe ser despampanante.  

Empleado: La verdad que no, mire la foto, es una mujer bella pero sencilla. No es famosa, ni youtuber, ni nada. Es una mujer promedio.  

Maria: ¿Y porque tiene 200 luces todas las noches? 

Empleado: Porque hay 200 tipos que se la quieren bajar. Y yo tengo que vivir con eso. Hay 200 tipos que todas las noches piensan en ella. Pero ella, todas las noches está conmigo. ¡Y usted se preocupa por una luz! 

Maria: Esos 200 tipos no hacen nada. En cambio, esta desquiciada, porque tiene que tener algún problemita, andá a saber qué hace para conquistarlo. 

Empleado: Y.… tal vez ya lo intentó. 

Maria: ¿Cómo? ¿Decís que ya se conocen? 

Empleado: … No podés pensar en alguien que no conoces 

La rutina diaria de la pareja se convirtió en un auténtico caos. Todas las noches, mientras cenaban en absoluto silencio, ella miraba de reojo el mapa esperando que se prendiera esa luz azul que tanto la atormentaba. Y 0:30 se prendía.  

María: Si no me decís quien es, me voy ya mismo. 

Anibal: Y daaaale con eso 

Maria: Veo que te importa un rábano lo que me está pasando.   

Anibal: ¿Lo que te está pasando? Estás colapsando por algo que solo está en tu cabeza. 

Maria: Sos un pésimo mentiroso, se nota a la legua que la conoces.  

Anibal: ¡Que no la conozco!  

María: Me voy.  

Anibal: No te vas a ir. Te cuento como va a ser esto: Vas a ir a la pieza, agarrar la valija de siempre, la violeta, la que tiene las rueditas rotas. La vas a llenar de ropa así nomás, vas a ir a la puerta, te vas a frenar y vas a rezongar porque yo no te detengo. Porque no te queres ir. En el fondo, muuuy en el fondo, sabes que es una estupidez 

Maria: ¡No es una estupidez!, No me trates de loca! 

Anibal: Muuuuy en el fondo 

María: Esperá un momento.... ahora que me acuerdo... cuando fuiste a ver a esa bruja en el Oeste profundo... 

Anibal: No era una bruja, era una vidente 

María: Bueno... vidente. Muy vidente no era igual eh. No vio que te iban a robar el auto, ni rajar del laburo. Bastante limitada la hechicera esa. 

Anibal: ¡Vidente! 

Maria: Llamala como quieras. ¿Esa no vivía por allá? Digo... ¿No te estará haciendo alguna makumba? Porque después de verla.... en picada, Anibal, eh! 

Anibal: ¡Pero no! ¡Vos y tus conspiraciones! 

María: ¿Cómo se llamaba? Así le ponemos una denuncia como corresponde 

Anibal: Ni idea. Fue hace mil años. ¿Denuncia por qué? 

Maria: Por acoso 

Anibal: Vos estás mal. Primero no sabemos si es ella, y en el hipotético e improbable caso de que lo sea, lo único que hace es pensar en . 

Maria: Todas las noches. A la misma hora. Me parece que te gusta tener fans en el conurbano. Creo que algo se rompió acá. 

Anibal: Si rompemos el bendito mapa todo vuelve a la normalidad. 

María: "La piba" de Hurlingham va a seguir existiendo. 

Los días siguieron pasando, el clima de hostilidad continuaba. Todo el mundo quería importarle a alguien, sentirse querido, amado, deseado. La gente se pasaba gran parte del día mirando el mapa, gritando de alegría cuando una nueva luz se prendía. Todo el mundo menos Anibal, que en la soledad de la ducha reflexionaba: -Ojalá que nadie pensara en mí, ni siquiera vos, Debo de Hurlingham. 



DARIO BESADA

24/05/2024

EDAD: 41 AÑOS








 

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