El poder de tu mirada

Acá estamos. Vos, yo y un montón de extras. Que no saben que son extras en esta película. En nuestra película. Y de pronto me miras, al pasar, como si no quisieras, como si yo fuera una parada obligada en el camino de tus ojos.
A veces no es de pasada, a veces me buscas.
Estableces esa conexión que tanto me perturba. Porque hay extras, y yo estoy sumergido en esos ojos negros. Y los segundos pasan, y pasan, y la gente vive y nuestras miradas siguen ahí, estoicas esperando la pausa.
Esa intensidad no es sostenible en el tiempo, al menos sin que los extras se percaten de que hay 4 ojos que se atraen, como imanes, y con el pasar de los segundos, la intensidad aumenta, y los extras... lo saben?  Sospechan? Murmuran por lo bajo?

Tus ojos se clavan en los mios y se desata el caos. No hay otra palabra. Yo quedo prisionero de esos ojos en apariencia inocentes. Me nublo, la situación me desborda, y solo me estás mirando! Y luego... seguís con tu vida. Aquí no ha pasado nada. Bah, yo estoy en un estado calamitoso, casi sin aliento, con el corazón acelerado...  Ese cruce de miradas es una experiencia de alto impacto. Y vos seguís con tu vida, regalando sonrisas y miradas traviesas al que quiera recibirlas.


Tocas a los extras, no se si para hundirme aun mas en ese abismo, o porque no te das cuenta, o porque tal vez, el extra sea yo. Y el que yo creía extra, en realidad es el protagonista, y vos, solo interactuas con el extra, esperando que al protagonista le moleste y haga algo al respecto. Como saberlo?


En medio de todas esas deliberaciones, con una sonrisa picara, me miras de nuevo. Una mirada que me atraviesa, me desconcierta, me ultraja, y me conmueve. Otra vez la misma historia. Es como un deja vu, esto ya lo viví. Me secuestras la mirada, los pensamiento, mi todo, por esos escasos segundos que parecen eternos.


Escruto tu rostro buscando algún signo de que el caos es mutuo. Una sonrisa, un suspiro, un pestañeo lleno de complicidad, una mueca, algo, lo que sea, cualquier cosa serviría, sin embargo no encuentro nada. tu gesto es imperturbable. Yo por dentro sufro una especie de ebullición y vos... volves a interactuar con los, posibles, extras.


Y yo, acá. Esperando que se desate un nuevo caos.


Comentarios

Entradas populares de este blog

La apuesta

La parca

Sueños de cuarentena